Tino Ferreiro MTC

viernes, 11 de mayo de 2012

- EL SÍNDROME PIRAMIDAL -

El síndrome del piramidal: la falsa ciática
Se produce debido a una contractura del músculo piramidal. El músculo piramidal la gran mayoría de las veces lo tenemos acortado porque forma parte de la cadena muscular posterior de la espalda. La contractura muscular es la tensión ocasionada por la contracción involuntaria del músculo. Pese a que puede darse en todo el cuerpo es más común en la espalda, el cuello y las piernas.
Es frecuente en mujeres y hombres sin distinción de edad.
“Según estudios médicos se ve en mundo del deporte en ciclistas y corredores de fondo“
Hay una limitación conceptual de parte de la medicina ya que, gente joven que hace futbol, pesas, hockey, vóley, danza, y muchas otras disciplinas y algunas personas lo tienen por esfuerzos en malas posturas corporales, trabajos sedentarios en sillas que no son ergonómicas, mecánicos, viajantes, costureras, jardineros, y muchos otros trabajos que nada tienen que ver con el deporte y que tienen este dolor del piramidal sin ser atletas.
Es un músculo par (uno en cada lado), parte del sacro, camina a través de la pelvis (por el agujero ciático mayor y termina su recorrido en una arista ósea, en la parte alta del fémur, que se llama trocánter mayor. Las articulaciones: la cadera y la articulación sacro-ilíaca (entre el sacro que es la terminación de la columna vertebral, y la cresta ilíaca que es el hueso que forma el relieve de nuestra cadera.)
Los músculos: glúteos superiores e inferiores, gemelos de la cadera. Las arterias, venas, ganglios linfáticos y nervios (glúteos, ciático, pudendos).
Muchas veces se cree que todos los problemas a este nivel (por ejemplo una contractura muscular), son, como primer diagnóstico, una ciática cuando en realidad es un problema muscular en la nalga, de un músculo que cuando se engrosa en reposo (por haberse contraído y acortado activamente) puede aplastar y comprimir las estructuras que tiene alrededor, y que salen de la pelvis con él, como son vasos y nervios, provocando ese dolor característico en la nalga. Estos nervios que comprime el Músculo Piramidal cuando se hace más grande, son los que dan sensibilidad y hacen funcionar a los músculos del muslo y la pierna, de ese lado, por lo que si los comprime nos dará dolor en glúteo, inguinal y la parte posterior del muslo.
El Piramidal tiene función de rotador externo de la cadera (la rota hacia afuera) y abducción (separa la pierna hacia afuera). Es un músculo muy utilizado tanto en la carrera como en todas las actividades pedrestes. Requerido en la zancada amplia (sobretodo en series, competición, etc.) y en los impactos (terrenos duros, irregulares, etc.).
Se trata más de una fuerte molestia que de un verdadero dolor en la zona de la nalga, que puede extenderse por la cara posterior del muslo, pero sin sobrepasar la rodilla, en los dos tercios superiores del muslo. A veces es como un “hormigueo” o “acorchamiento”, también como un “mordisco” o puede ser “punzante” “latigazo” “quemazón” y otras como un dolor “sordo” o inespecífico en la nalga. Puede haber un dolor referido por lo que se llaman puntos Ashi del músculo, esto es, al aplastarse los nervios y vasos contra el agujero ciático mayor puede dar dolor en la región lumbar, nalga y parte posterior del muslo. Hace que cuando estemos sentados cambiemos con frecuencia de posición para aliviarnos. Dificultad para cruzar el muslo afectado sobre la otra rodilla. Las lumbalgias, que son frecuentes en procesos de verdaderas ciáticas, en este síndrome no suelen aparecer. El dolor aumenta si permanecemos sentados, de pie y en la carrera o la marcha. Cuando nos levantamos desde la posición sentado. También si conducimos, o estamos sentados largo rato sobre una superficie dura, así como permanecer de pie durante espacios prolongados de tiempo y llevar cargas o pesos. El dolor aparece al separar las piernas.
Es un músculo situado en la profundidad del glúteo máximo y que hace parte de los grupos pelpitrocantéreos o rotadores de la cadera. El músculo piriforme (piramidal) se extiende desde la superficie pélvica del sacro al borde superior del trocánter mayor femoral (cabeza femoral). Su función principal es la de mover el muslo para el mismo lado externo del cuerpo y/o producir una rotación externa, igualmente para el mismo lado del muslo en movimiento. Es decir, rotación externa y/o abducción.
Junto con los músculos gemelos, superior e inferior, obturadores, interno y externo y el cuadrado femoral, el piriforme ayuda a mantener la cabeza del fémur girando dentro de la gran cavidad de la cadera llamada de acetábulo. La misma función de los manguitos rotatorios, que es mantener la cabeza del humero (hueso del brazo) dentro de la cavidad glenoidea.
El nervio isquiático o ciático, en su trayecto anatómico pasa exactamente entre el músculo piriforme y el obturador interno.
El síndrome del piramidal es fácil de confundir con la ciática ya que la contractura del músculo oprime el nervio ocasionando dolor.
Síntomas:
Dolor profundo en la nalgas y detrás de la pierna, nunca debajo de la rodilla (por eso es una falsa ciática) y puede ir acompañado por una alteración de la sensibilidad (hormigueos, adormecimiento), pérdida de fuerza y otras alteraciones. Las molestias y los dolores son mucho menos intensidad que en una verdadera ciática.
Este dolor aumenta sobretodo cuando estamos sentados por ejemplo conduciendo (nos hace cambiar de posición constantemente), cuando pasamos de estar sentados a estar de pie, al cruzar las piernas y cuando estamos mucho rato de pie o caminando.
Son muchas las causas del síndrome y podemos agruparlas en tres categorías:
Sobrecarga: Se ocasiona sobre todo al realizar malos entrenamientos o no calentar previamente. Realizar ejercicio en superficies duras o con terreno desigual. Aumentar la intensidad o no comenzar el ejercicio de forma progresiva. Uso de calzado inadecuado. Mantenernos sentados durante un largo periodo de tiempo.
Insuficiencias biomecánicas: El síndrome piramidal puede ser causado por alteraciones en la marcha, mala pisada al andar o correr o tomar malas posturas a la hora de sentarse. Los problemas espinales y estenosis espinal pueden convertirse en causa del síndrome piramidal.
Traumatismos: Otra de las causas que ocasiona el síndrome del piramidal es el traumatismo ocasionado por caídas y fuertes golpes en el glúteo. En estos casos el músculo piriforme se inflama, comprimiendo el nervio ciático.
Anomalías y enfermedades: La artroplastia de cadera, la mióstesis, las anomalías anatómicas y la hipertrofia muscular son algunas de las causas que pueden incidir en la aparición del síndrome de piramidal.
El síntoma del síndrome de piriforme es similar al de la ciática. Los síntomas principales son el entumecimiento, el dolor y el acorchamiento. En caso de traumatismos puede presentarse hematoma por el golpe que desaparecerá sin repercutir en el desarrollo de la lesión.
Este síndrome no es muy común, pero representa una causa significativa y tratable de un dolor, de otro modo, enigmático. En un estudio se observo que la prevalencia de pacientes con éste síndrome era mayor que los que tenían alteraciones por una lesión discal.
Autotratamiento: con una pelota de tenis, para la liberación por presión del músculo piramidal. La pelota se sitúa lo suficientemente lateral (anterior) para evitar al nervio ciático.
Homeopatía: Cuprum Metallicum 5ch, Arnica Montana 9ch, Bryonia alba 7ch, Paris quadrifolia 9ch, Hypericum perforatum 9ch, Ammonium muriaticum 7ch. Spascupreel, Sportprax, Colocynthis 9ch, Atropinum 9ch.
El Shiatsu (en este caso puede considerarse como una técnica de estiramiento localizado), trabaja con efectividad el síntoma y mejora la capacidad muscular de la zona y la recuperación es inmediata.